Inversión en propiedades residenciales
El protocolo implementado sigue una estrategia integral que abarca desde la adquisición de propiedades residenciales hasta la determinación de su destino final. Este procedimiento se concibe como un proceso global que tiene como objetivo maximizar el valor de las viviendas mediante la adquisición, remodelación y la toma de decisiones estratégicas respecto a su uso futuro, ya sea a través del arrendamiento o la venta, según el valor del activo.
A continuación, se muestra un resumen de las fases por las que pasa cada proyecto en el que participamos:
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Adquisición de Viviendas
Esta etapa implica la identificación y compra de propiedades residenciales. Durante este proceso, se pueden considerar factores como la ubicación, el potencial de crecimiento del área, la calidad de la construcción y otros aspectos que afecten el valor y la rentabilidad a largo plazo de la inversión.
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Remodelación
Una vez adquiridas las viviendas, se someten a un proceso de remodelación. Este paso tiene como objetivo principal aumentar el valor de la propiedad. Las renovaciones pueden incluir mejoras estéticas, actualizaciones de infraestructuras, y cualquier otra modificación que contribuya a la valorización del activo.
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Arrendamiento
Después de la remodelación, algunas de las propiedades pueden destinarse al arrendamiento. Este enfoque puede generar ingresos recurrentes a través de los pagos de alquiler y proporcionar estabilidad financiera a largo plazo.
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Evaluación Continua
A lo largo de todo el proceso, se realiza una evaluación continua del valor de los activos y las condiciones del mercado inmobiliario. Esto permite tomar decisiones informadas sobre si retener, arrendar o vender las propiedades, asegurando una gestión eficiente y rentable de la cartera inmobiliaria.